Un Mundial que viene con demora
Cuando faltan poco más de tres años para el Mundial de Fútbol de
Brasil 2014, se multiplican las advertencias sobre graves retrasos en
las obras de preparación, que incluso generaron críticas del presidente
de la FIFA, Joseph Blatter, quien este mes dijo que “el Mundial es
mañana, y los brasileños piensan que es pasado mañana”.
“Ojalá que no sea el Mundial del improviso. Todavía hay tiempo para
corregir, pero ya han pasado tres años y medio (desde la designación de
Brasil como sede de la cita) y hemos hecho poco”, afirmó esta semana el
presidente del Sindicato Nacional de Empresas de Arquitectura e
Ingeniería Consultiva (Sinaenco) de San Pablo, José Roberto Bernasconi.
Según Bernasconi, hay graves retrasos en la preparación del país de
cara al Mundial, que afectan desde la reforma de los aeropuertos y la
construcción de estadios hasta las obras destinadas a mejorar la
movilidad urbana. El propio gobierno admite problemas. El ministro de
Ciudades, Mario Negromonte, admitió que hay problemas en la preparación
de la mitad de las 12 ciudades designadas para recibir partidos del
Mundial: “Son 12 capitales que serán sede del Mundial. Buena parte está
con problemas. Yo calculo que seis de ellas están en esta situación”,
expresó. Según Negromonte, las obras necesarias para recibir la máxima
cita futbolística del planeta enfrentan una serie de obstáculos no
esperados: “Muchas tienen problemas jurídicos, ambientales, problemas de
licitación... Tendremos que trabajar mañana, tarde y noche para
avanzar”.
“La única certeza que tenemos es la de que la fecha del Mundial no
puede ser postergada. Tenemos que reducir estos obstáculos y simplificar
normas, procesos y burocracia para poder avanzar”, agregó Negromonte,
al aludir a la propuesta del gobierno de reducir el nivel de
fiscalización sobre las obras públicas. Los obstáculos, sin embargo, no
son solamente burocráticos. Un informe divulgado el lunes pasado por el
Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) reveló que el Banco Nacional de
Desarrollo Económico y Social (Bndes), el organismo estatal de fomento,
liberó hasta ahora menos del 0,5 por ciento de las financiaciones por
3500 millones de reales (unos 2200 millones de dólares) para las obras
previas al Mundial.
Además, un estudio del Instituto de
Investigación Económica Aplicada (IPEA), un organismo gubernamental
vinculado con el Ministerio de Planificación, pronosticó que al menos
nueve de los 13 aeropuertos que están siendo ampliados y modernizados no
estarán listos a tiempo para el Mundial. El estudio apunta que, en
promedio, una gran obra de infraestructura en Brasil tarda 92 meses para
estar lista, lo que hace virtualmente imposible que se concluyan a
tiempo las reformas de los aeropuertos de San Pablo, Manaos, Fortaleza,
Brasilia, Salvador de Bahía, Campinas, Cuiabá, Belo Horizonte y Porto
Alegre.
El informe del IPEA desató una ola de críticas en el mismo seno del
gobierno. El ministro de Defensa, Nelson Jobim, acusó al organismo de
utilizar informaciones “falsas”, mientras que la titular de
Planificación, Miriam Belchior, aseguró que el gobierno basa sus
previsiones en “otros parámetros”, y sostuvo que Brasil “no pasará
vergüenza” en el Mundial.
La polémica se dirimirá a partir del 13 de
junio de 2014, cuando se inaugure el Mundial de Brasil. El lugar de la
fiesta de apertura todavía no está definido. En principio se haría en
San Pablo, pero hay dudas, ya que las obras del futuro estadio del
Corinthians en el barrio de Itaquera ni siquiera empezaron hasta ahora.