París, 2 feb (PL) Francia inicia hoy el proceso por el accidente del
avión Concorde ocurrido el 25 de julio de 2000, que dejó un saldo de
113 muertos y marcó el fin del emblemático supersónico.
Minutos después de su despegue del aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle
en dirección Nueva York, el aparato de Air France se precipitó en la
localidad cercana de Gonesse, lo que causó el deceso de las 109
personas a bordo y cuatro en tierra.
En el juicio, que debe durar cuatro meses, son seis los inculpados de homicidio involuntario.
En el banco de los acusados figura la compañía estadounidense
Continental Airlines, sobre la cual pesa el cargo de que el origen del
accidente fue una lámina de titanio desprendida de uno de sus aviones
DC-10 en un vuelo previo.
Según las exploraciones de la Oficina
de Investigación y Análisis (BEA), los fragmentos de una rueda que
estalló al pisar la lámina de metal tocaron uno de los tanques de
combustible y originó una fuga de carburante que provocó el incendio
causante del siniestro.
También serán procesados dos de los
empleados de la aerolínea, John Taylor, responsabilizado por no fijar
bien la plancha de metal, y su superior Stanley Ford, por no verificar
correctamente el trabajo.
Además, están acusados dos ex
responsables del programa Concorde -Henri Perrier y Jacques Herubel- y
un ex cuadro de la Dirección General de Aviación Civil (DGCA), Claude
Frantzen, por no tener en cuenta los problemas antes acarreados por
este modelo de avión.
Percances anteriores habían evidenciado que los tanques de combustibles eran muy sensibles a colisiones.
Continental Airlines niega su culpabilidad a partir del testimonio de
personas que vieron el avión estallar el incendio unos 800 metros antes
de tropezar con la lámina de titanio.
asg/mbz